Meditación y sanación en un mundo traumatizado

Mushim Ikeda es una maestra y escritora budista que lidera la participación comunitaria en el East Bay Meditation Center en Oakland, California. Ikeda imparte retiros de meditación para personas de color, mujeres y activistas por la justicia social a nivel nacional.

Recientemente trabajó con la colaboradora del Center for Healthy Minds, Helen Weng, y con Larissa Duncan, miembro de la facultad del Centro, en un  proyecto para expandir la diversidad a través de un estudio de neurociencia sobre la meditación. En esta sección de preguntas y respuestas Ikeda comparte cómo la meditación consciente puede ser una práctica tanto inclusiva como exclusiva y, al mismo tiempo, curativa o traumatizante, dependiendo de las experiencias vividas por las personas y la forma de contención aplicada durante la práctica de meditación o en su comunidad.

Photo of Mushim Ikeda

Crédito de fotografía del retrato de Ikeda: MJ Jossen Mont-Reynaud

 

¿De qué manera la identidad y las experiencias de vida de las personas podrían afectar la práctica de la meditación y su bienestar? 

Ikeda: Es importante tener en cuenta que existen cientos de tipos de meditaciones, que corresponden a distintas técnicas y actividades que se llevan a cabo con el cuerpo y la mente. Aquí hablaré sobre la meditación consciente, que es lo mismo que la meditación introspectiva y la meditación vipassana en la tradición budista. La técnica específica de meditación consciente es una práctica completamente consagrada. Y con eso quiero decir que entendemos que la mente y el cuerpo no son un binario... Y a menudo, esta práctica se aprende mediante la orientación de otro ser humano (un maestro), y por lo tanto en términos de diversidad, el lenguaje de instrucción que se utiliza es muy importante si alguien está comenzando en esto.

Como sabemos, debido a que vivimos en una sociedad donde existen formas de prejuicio estructural e institucionalizadas, el acceso a educación y atención médica puede ser limitado para algunas personas. Por lo tanto, existe una mayor desigualdad estructural que a su vez es violencia estructural. Esto es particularmente cierto para las personas de raza negra, los indígenas y las personas de color (BIPOC, Black, Indigenous, and People of Color), personas que se identifican como LGBTQIA, personas con discapacidades y enfermedades y personas neurodivergentes. Una gran parte de nuestra sociedad pertenece a grupos que son objeto de discriminación estructural, donde sus derechos humanos y necesidades básicas como seres humanos no se satisfacen de manera equitativa.

Si los instructores de meditación no entienden que hay muchas personas que probablemente están experimentando algún trauma reiterativo y complejo, sus formas de guiar la meditación podrían, en el mejor de los casos, ser poco sensibles, o incluso profundamente perjudiciales, en el peor de los casos. Podrían volver a generar un trauma a las mismas personas a las que intentan ayudar. 

"Si los instructores de meditación no entienden que hay muchas personas que probablemente están experimentando algún trauma reiterativo y complejo, sus formas de guiar la meditación podrían, en el mejor de los casos, ser poco sensibles, o incluso profundamente perjudiciales, en el peor de los casos. Podrían volver a generar un trauma a las mismas personas a las que intentan ayudar"

-Mushim Ikeda

¿Cómo se logra tener en cuenta el trauma cuando se guía una meditación?

En East Bay Meditation Center donde trabajo, todos los maestros están usando o avanzando hacia el uso de un lenguaje de instrucción “informado sobre el trauma” e “informado sobre la relación entre justicia y discapacidad.” Los maestros se basan en la idea de que las palabras que utilizamos y la forma en que el maestro pronuncia las palabras – tono de voz, pausas, atención especial a las palabras – son importantes. La forma más sencilla de lograr esto es tomar en cuenta la investigación disponible sobre el trauma. Para las personas que viven con un trauma es difícil o imposible aprender cuando sienten que se les está ordenando hacer algo sin tener otra opción ni capacidad de agencia. Es por eso que las instrucciones y las modificaciones de lo que se está diciendo son importantes. Si un profesor de meditación dice: “Ahora haz esto. Ahora haz esto otro” ... podría no ser apropiado para todas las personas. 

Lo mismo sucede al concentrarse en la respiración, aspecto común en algunas meditaciones ampliamente practicadas. Algunas personas han sufrido traumas donde su vida ha estado amenazada de manera violenta mediante el corte del suministro de aire (por estrangulamiento) y, por lo tanto, su conciencia de la respiración en gran medida activa su reacción al trauma. 

Un maestro debe ser consciente de esta posibilidad y probabilidad pues vivimos en una sociedad muy traumatizada. En lugar de usar un lenguaje que denote una “orden,” usamos un lenguaje de invitación. Le damos a las personas muchas opciones dentro de los parámetros de las técnicas de meditación. Usamos invitaciones como: “Si fuera accesible para usted,” “Si estuviera a su alcance,” “Si lo desea," “Podría probar ambas opciones y ver cuál le hace sentir más seguro.”

Se trata realmente de reconocer que no todos los cuerpos son iguales y que las personas tampoco son iguales a nivel psicológico. Quiero reconocer especialmente que este enfoque proviene del trabajo pionero desarrollado por el Niroga InstituteAccess-Centered MovementTrauma-Sensitive Mindfulness, y El método de investigación en neurociencia interseccional de la Dra. Helen Weng.

 

¿Cómo ha evolucionado esta conciencia para usted como profesora?

En un principio, cuando me formé en el Budismo Zen en los Estados Unidos y Canadá, era común hablar de “entrega” espiritual, por lo que ha sido parte de mi vocabulario. Sin embargo, hace al menos 20 años estaba dando una charla a un grupo de meditación de People of Color en el San Francisco Zen Center, y hubo una respuesta inmediata y muy clara de varios participantes de raza negra que experimentaban el racismo en su vida diaria y cuyos antepasados fueron oprimidos violentamente por muchas generaciones. Manifestaron: “¿Entregarnos? ¡Por supuesto que no!”

Fue entonces cuando me di cuenta de que el impacto de mis palabras era diferente a mi intención. Como maestra, tenía la responsabilidad de cambiar y usar un lenguaje más inteligente. Comprendí la importancia de tener en cuenta la confianza y las relaciones entre las personas de diferentes estatus dentro de la jerarquía de poder y autoridad. Una práctica de meditación consagrada incluye que los maestros sean éticos y transparentes, y que los estudiantes estén facultados para entender que los maestros están al servicio de la comunidad y que la comunidad no está al servicio ni se “somete” al maestro.

Cuando se trata de una enseñanza basada en el trauma, no busco ser especial, más bien busco ser parte de un movimiento más amplio, uno donde la diversidad está presente en todos los grupos, incluida la discapacidad. Hay formas para ser más resilientes ante un trauma y para desarrollar la resiliencia en las comunidades que son objeto de opresión, y esto es una parte fundamental de lo que estamos haciendo en East Bay Meditation Center.

 

¿Cuál ha sido su experiencia trabajando con científicos para expandir los beneficios de la meditación a más personas?

Para ser sincera, ser verdaderamente inclusivos en el trabajo de investigación significa una mejor ciencia. Si un estudio de investigación no tiene conciencia de las personas que representan lo que llamamos las “muchas dimensiones de la diversidad,” ¿cómo podemos afirmar que el estudio ayuda a la mayoría de las personas? 

"Para ser sincera, ser verdaderamente inclusivos en el trabajo de investigación significa una mejor ciencia. Si un estudio de investigación no tiene conciencia de las personas que representan lo que llamamos las “muchas dimensiones de la diversidad,” ¿cómo podemos afirmar que el estudio ayuda a la mayoría de las personas?"

-Mushim Ikeda

La sociedad tiende a fracturarse sobre sus diferencias, lo que puede tener profundas consecuencias éticas, legales y sociales para las políticas y estructuras institucionales que afectan de manera profunda el “ser” humano y a los seres humanos. En la neurociencia interseccional e inclusiva, no existe un cerebro o cuerpo promedio. No existe tal cosa. En lugar de descartar esas dimensiones de la diversidad, deben ser incluidas en la investigación para obtener hallazgos más precisos que ayuden a comprender la neurociencia en sí.

 

—Entrevista dirigida y editada para mayor claridad por Marianne Spoon

Para las personas interesadas en aprender más sobre este tema, Ikeda recomienda el podcast del autor y terapeuta de Trauma-Sensitive Mindfulness, David Treleaven, sobre Conciencia y Justicia social. 

 

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